La crisis de vivienda en el estado de Quintana Roo sigue siendo uno de los problemas más graves que enfrentan los habitantes de Tulum y Playa del Carmen. Más de 92 mil familias se encuentran viviendo en condiciones de irregularidad, sin acceso a viviendas legales o adecuadas. De estas, 82 mil familias residen en Tulum, mientras que 10 mil más lo hacen en Playa del Carmen, muchas de ellas como invasores en terrenos sin regularizar.
Leonardo Garrido Hurtado, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (CANADEVI), advirtió que este problema se agrava debido a las ventas irregulares y a las invasiones de terrenos. Estas situaciones están generando un desorden urbano que afecta tanto a la calidad de vida de las familias como al desarrollo ordenado de las ciudades.
“Estamos ante un problema muy grave que necesitamos abordar de manera urgente. La solución es anticiparnos a esta creciente necesidad de vivienda y no dejar de construir. Si no lo hacemos, las familias seguirán buscando soluciones fuera de la legalidad, como las invasiones y compras de terrenos sin licencias”, declaró Garrido.
Actualmente, en el estado solo se están construyendo unas 8,000 viviendas al año, mientras que en los últimos años se han dejado de construir al menos 10,000 viviendas, lo que genera una brecha creciente entre la demanda y la oferta habitacional. La CANADEVI está trabajando de la mano con el gobierno estatal y la iniciativa privada para buscar formas de reducir los costos de construcción, que actualmente incluyen un 18% de trámites administrativos. Se busca reducir esta cifra en al menos un 10% para hacer las viviendas más accesibles.
Otro desafío importante es la homologación de los criterios con la federación para definir lo que se considera una vivienda de interés social. Esto permitiría aplicar subsidios que facilitarían el acceso a la vivienda para más familias, especialmente para los trabajadores de la región.
El impacto del Tren Maya, que encareció los insumos de construcción en los últimos años, comienza a estabilizarse, lo que podría resultar en una mejora de la oferta de viviendas. Garrido concluyó que es prioritario cerrar 2024 con soluciones concretas que aborden las necesidades habitacionales de las familias quintanarroenses. De lo contrario, la crisis podría seguir empeorando.
Este llamado de atención subraya la urgencia de tomar acciones inmediatas para resolver la creciente crisis de vivienda en el estado, que afecta a miles de familias que aún esperan tener acceso a un hogar digno y en condiciones legales.