Una ayuda de US$20.000 millones de EE.UU. seguramente evitará que el presidente argentino Javier Milei enfrente una crisis cambiaria antes de las elecciones legislativas de este mes.
Pero para después de los comicios del 26 de octubre el panorama para la agenda de libre mercado del presidente es mucho menos claro.
Esas dudas estarán en el centro de la atención cuando los mercados locales reabran tras el feriado del viernes. Ese día, el alivio provisto por la intervención del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, el jueves, ya mostraba señales de desvanecerse. Los bonos en dólares del país caían incluso antes de que el nuevo anuncio arancelario de Donald Trump deteriorara el apetito por el riesgo.
Eso se debe al temor en el mercado de que vuelvan las ventas masivas si Milei sufre una derrota contundente. Y más allá de eso, operadores también dan por contado que Argentina deberá abandonar las bandas cambiarias que han mantenido al peso en niveles artificialmente altos.
El sentimiento de ‘lo que sea necesario’ de Bessent y la perspectiva de un mayor apoyo mantienen viva la opcionalidad alcista de los bonos en el corto plazo”, dijo Kathryn Exum, codirectora de investigación soberana en Gramercy Funds Management. “Sin embargo, el resultado de las elecciones legislativas sigue siendo el evento principal, seguido del ajuste cambiario y político posterior”.
El peso, que había subido 0,7% el jueves, no operó el viernes por el feriado local, al igual que el mercado accionario. Pero el precio de los bonos argentinos en dólares cayó casi un centavo, borrando parte de las ganancias del día anterior y elevando el rendimiento a casi 13%.
Milei, un libertario que llegó al poder prometiendo implementar reformas profundas y recortes presupuestarios para reactivar la economía y domar la inflación, había logrado seducir a los inversores globales luego que sus políticas comenzaran a mostrar algunos resultados.
Sin embargo, tras la derrota de su partido en las elecciones provinciales de Buenos Aires el mes pasado, los inversores comenzaron a retirar fondos. Su administración respondió endureciendo los controles cambiarios y agotando sus reservas para comprar pesos y evitar una devaluación que agravaría la inflación y generaría un nuevo shock económico.
Para cuando EE.UU. intervino la semana pasada, se estimaba que el Tesoro argentino había prácticamente agotado sus reservas, lo que presionó las tasas de interés locales para retirar pesos del sistema financiero. Los rendimientos de algunos títulos de corto plazo alcanzaron niveles récord.
Los inversores ven cada vez más la situación como insostenible y anticipan que Milei deberá dejar de defender el peso y permitir que flote libremente en los mercados después de las elecciones.
David Austerweil, subgerente de cartera de mercados emergentes en VanEck en Nueva York, dijo que los propios argentinos también tienen claro que la moneda está sobrevaluada.
“El Tesoro puede decir lo que quiera, pero no cambiará el hecho de que los argentinos pueden tomarse unas vacaciones baratas”, afirmó.
Sin embargo, Bessent dijo la semana pasada tras el cierre del mercado que el peso estaba en realidad subvaluado. Esto alimentó temores de que EE.UU. esté dispuesto a ofrecer un apoyo prolongado a una moneda sobrevaluada.
El ministro de Economía, Luis Caputo, también comentó en el canal local LN+ que Argentina mantendrá su actual régimen de bandas cambiarias tras las elecciones legislativas. En una entrevista emitida el domingo, Caputo dijo que el acuerdo con el Tesoro de EE.UU. no implica una dolarización ni una devaluación del peso, y que EE.UU. “está dispuesto a seguir comprando pesos y bonos, y todas las opciones están sobre la mesaSin embargo, tras la derrota de su partido en las elecciones provinciales de Buenos Aires el mes pasado, los inversores comenzaron a retirar fondos. Su administración respondió endureciendo los controles cambiarios y agotando sus reservas para comprar pesos y evitar una devaluación que agravaría la inflación y generaría un nuevo shock económico.
Para cuando EE.UU. intervino la semana pasada, se estimaba que el Tesoro argentino había prácticamente agotado sus reservas, lo que presionó las tasas de interés locales para retirar pesos del sistema financiero. Los rendimientos de algunos títulos de corto plazo alcanzaron niveles récord.
Los inversores ven cada vez más la situación como insostenible y anticipan que Milei deberá dejar de defender el peso y permitir que flote libremente en los mercados después de las elecciones.
David Austerweil, subgerente de cartera de mercados emergentes en VanEck en Nueva York, dijo que los propios argentinos también tienen claro que la moneda está sobrevaluada.
“El Tesoro puede decir lo que quiera, pero no cambiará el hecho de que los argentinos pueden tomarse unas vacaciones baratas”, afirmó.
Sin embargo, Bessent dijo la semana pasada tras el cierre del mercado que el peso estaba en realidad subvaluado. Esto alimentó temores de que EE.UU. esté dispuesto a ofrecer un apoyo prolongado a una moneda sobrevaluada.
El ministro de Economía, Luis Caputo, también comentó en el canal local LN+ que Argentina mantendrá su actual régimen de bandas cambiarias tras las elecciones legislativas. En una entrevista emitida el domingo, Caputo dijo que el acuerdo con el Tesoro de EE.UU. no implica una dolarización ni una devaluación del peso, y que EE.UU. “está dispuesto a seguir comprando pesos y bonos, y todas las opciones están sobre la mesa”.”.

